Alzándose vigilante en lo más alto del cerro del acero, se muestra ante nuestros ojos el viejo Castillo de Mirabel, escenario principal de múltiples batallas entre cristianos y musulmanes.
Se cree que su construcción se llevó a cabo por los Bereberes en el siglo IX, para formar parte de la línea defensiva del tajo, alineado con los castillos de Montfragüe, Albalat y Portezuelo.
Pasó de mano del Rey Alfonso VIII a manos cristianas, volviendo a ser conquistado por los Almohades en 1196, sin embargo el Rey Fernando III el Santo volvería a recuperarlo, esta vez de forma definitiva, dejando allí una guarnición de su ejército para defenderlo y favorecer su repoblación.
El Castillo de Mirabel, perteneció a la corona hasta el siglo XV que se cedió a la familia Zúñiga, quienes acometieron en él una importante reforma, tanto del exterior como del interior, en el exterior cambiaron su aspecto defensivo con grandes ventanales, e hicieron el interior más habitable, tomándolo como vivienda hasta el siglo XVI.
En esta ocasión tuve la oportunidad de acompañar a mis
amigos de 600M en sus andanzas en busca de misterio, la chica de la curva, el
ensotanádo, y otras leyendas que a buen seguro ellos nos podrán contar con más
detalle, son las protagonistas de aquellas jornadas.
Que nos deparará la
noche……?