Fue el único sanatorio de estas
características en Valladolid, su importancia era tal que hasta él
acudían pacientes de distintas comunidades, en 1963 y contando aún
con más de doscientos enfermos internados cierra sus puertas quedando en
abandono hasta que en 1967, los terrenos que albergaban el sanatorio
son cedidos a la Diputación Provincial de Valladolid que rehabilita
el antiguo sanatorio para albergar un colegio para personas con
discapacidad ( ASPRONA )