lunes, 13 de abril de 2015

Sanatorio de Sierra Espuña

En esta ocasión nos encontramos en el corazón del parque regional de Sierra Espuña, nuestro objetivo no es otro que el viejo Sanatorio Antituberculosos, antaño lugar de referencia para este tipo de enfermedades, hoy, lugar de culto para “caza fantasmas” aprendices de fotógrafo y otras aficiones parecidas, aunque por desgracia también para gamberros y gentuza que solo ve en ellos otro sitio más destrozar, nosotros, movidos por las dos primeras aficiones nos adentramos tras los muros del viejo Sanatorio de Sierra Espuña.






Corría el año de 1913 cuando vecinos y voluntarios de la zona se pusieron manos a la obra en la construcción de este, en los meses de primavera y verano trabajaban en la construcción del sanatorio, en invierno, cuando las obras no se podían llevar a cabo, se dedicaban a buscar fondos para sacar adelante el proyecto. En 1917 se termina la primera planta del edificio y posteriormente, con la llegada de la república las obras pasan por su peor momento, hasta que en 1931 las obras se ceden al estado, terminándose éstas en 1934.
















El sanatorio de Sierra Espuña no solo sirvió como sanatorio antituberculosos sino que también pasó consulta a los habitantes de los pueblos aledaños. Con el descubrimiento de la estreptomicina en 1949 las enfermedades que trataban este tipo de sanatorios disminuyeron considerablemente haciendo que sus 200 camas poco a poco fueran quedándose vacías, hasta que el 10 de Mayo de 1962, los últimos enfermos que albergaba fueron trasladados al Hospital de Albacete. Tras un corto periodo de tiempo el sanatorio vuelve a abrir sus puertas esta vez como escuela-hogar para niños desfavorecidos y más tarde en los 80 se restaura una parte del sanatorio convirtiéndose en albergue juvenil. Debido a su insostenible presupuesto, en 1995 cierra sus puertas, esta vez de forma definitiva.